martes, 24 de abril de 2012

Sobre ruedas.

Para comenzar, debo admitir que me he tirado por esa cuesta en alguna ocasión, y me sentí fenomenal y fatal al mismo tiempo, porque sientes la velocidad y el viento en la cara, y te gusta, pero después te das cuenta de que vas demasiado rápido, de que no puedes frenar y notas cómo vibran las ruedas. Es entonces cuando temes por tu vida, por eso ya no me tiro por esta cuesta. Quisiera seguir viviendo. 
Eso sí, desde entonces me dedico a correr por el paseo marítimo o a visitar parques donde se pueda patinar de manera segura y divertida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario